DISCAPACIDAD INTELECTUAL: ADAPTACIÓN SOCIAL Y PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO
Este estudio toma como punto de partida el concepto de discapacidad intelectual
propuesto por la Asociación Americana sobre Discapacidad Intelectual y del Desarrollo
(AAIDD), cuyo origen se sitúa en el año 1992, aunque los importantes avances en la
concepción de estas discapacidades obligaron a su revisión en 2002.
La definición de discapacidad intelectual
de la AAIDD supuso una renovación del
planteamiento tradicional vinculado al retraso
mental, en favor de un enfoque
multidimensional del individuo, definiendo la
discapacidad intelectual a través de distintos
aspectos de la persona (psicológicos /
emocionales; físicos / salud) así como del
ambiente en el que se desenvuelve. En este
sentido, se parte de premisas que se sustentan en
la existencia no sólo de limitaciones, sino
también de capacidades, de modo que
disponiendo de los apoyos necesarios en el
tiempo, la persona con discapacidad pueda obtener resultados personales satisfactorios
en su calidad de vida.
A partir de ahí, se establece el proceso de evaluación, que incluye tres funciones
diferentes: diagnóstico, clasificación y planificación de apoyos, que persiguen mejorar
los resultados personales.
A través de un análisis inicial de las habilidades sociales y de adaptación de las
personas con discapacidad intelectual, se describen los principales problemas de
comportamiento que presentan estos colectivos, incidiendo en el proceso de evaluación,
previo a una intervención eficaz, y en los propios procedimientos y estrategias de
intervención aplicados a los problemas del comportamiento. En esta línea, se exponen
los principios y técnicas generales de la intervención centrada en la persona, y se
proporcionan pautas específicas de intervención para los problemas de comportamiento
más frecuentes.
Por último, se tratan los trastornos psicológicos en las personas con discapacidad
intelectual, considerando los factores de riesgo que contribuyen al desarrollo de
desajustes emocionales que afectan su calidad de vida interfiriendo en la integración
social.
La diversidad funcional constituye una gama amplísima, tanto de tipos, opiniones, grados... También pienso, que hablar de ello o directamente dar un criterio, es introducirse en un terreno fangoso susceptible a las críticas.
ResponderEliminarMuchas personas consideran hablar de la discapacidad como un tema tabú, así que¡ enhorabuena por atreveros!
Hay muchas personas con diversidad funcional que tienen problemas de conducta y esto tiene que ver con la educación y la sobreprotección de sus familiares. Lo que consiguen con estos actos es convertirlos en personas dependientes.
¿Qué opinas?